viernes, 1 de noviembre de 2013

UNA BROMA DE LAS QUE HACEN ÉPOCA

Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de baile, para comunicarles una noticia de última hora procedente de la agencia Intercontinental Radio. A las ocho menos veinte, hora central, el profesor Farrell del Observatorio de Mount Jennings de Chicago, Illinois, comunica que se han observado en el planeta Marte algunas explosiones de gas incandescente, que se suceden a intervalos regulares.

Un guión adaptado, una compañía de teatro, una emisora de radio y, por supuesto, el gran Orson Welles al frente.

Eso bastó para despertar el pánico entre la población estadounidense la víspera de Halloween, el 30 de octubre de 1938.

Y todo por la forma en la que fue presentada la historia, todo porque Welles consideraba que La guerra de los mundos de H.G. Wells era muy aburrida, muy improbable y quedaba demasiado alejada de América, por suceder en Londres.

Para mejorarla... ¿Qué tal presentar un programa de variedades que se interrumpe por diversos boletines informativos y conexiones en directo, apoyados por testimonios de expertos?

Buenas noches, señoras y señores. Habla para ustedes Carl Phillips desde el observatorio de Princeton en Nueva Jersey. Me encuentro, en este instante, en una gran sala semicircular totalmente oscura, y que llama la atención por su larga ranura en la bóveda del techo. A través de esta abertura puedo contemplar el cielo lleno de estrellas, cuyas luces se reflejan sobre el complejo mecanismo del enorme telescopio instalado aquí. Los ligeros ruidos de tictac que oyen ustedes, no son otra cosa que las vibraciones de su preciso mecanismo de relojería.

El profesor Pierson está de pie, justamente encima de mí sobre una alta plataforma, mirando a través de la lente gigantesca. Les ruego, señoras y señores oyentes, que tengan un poco de paciencia por las posibles interrupciones que pueda haber durante la entrevista. El profesor Pierson no puede dejar de atender su trabajo, ya que está en situación de alerta permanente, dada la importancia de los acontecimientos. Él está muy atento a cualquier comunicación que pudieran recibir en cualquier momento, pues tiene líneas abiertas con destacados centros astronómicos de todo el mundo... Profesor, ¿podemos comenzar la entrevista?

Es decir, se cambia el escenario, un guionista, Howard Koch (Casablanca, 1942) elige el lugar de aterrizaje de los marcianos dejando caer un lápiz sobre un mapa y las interpretaciones de los actores, y efectos especiales, ya harán el resto.


En este instante, nos llega una última hora desde un lugar muy próximo a nosotros, Trenton, Nueva Jersey, comunica que a las 8.50 horas de la tarde, un enorme objeto ardiente, que se supone pueda ser un meteorito, ha caído en una granja de las cercanías de Grovers Mill, Nueva Jersey a 22 kilómetros de Trenton. El resplandor fue visible en un radio de cientos de kilómetros y el ruido del impacto se oyó en sentido norte hasta la ciudad de Elizabeth.

Mucho mejor, no hay duda. Tanto que nadie prestó atención o escuchó los cuatro anuncios que se emitieron durante toda la emisión afirmando que se trataba de ficción.

CUÁNDO EMPEZÓ TODO

Diga lo que se diga, la broma tenía como objetivo la supervivencia de las representaciones radioteatrales del equipo de Welles en la cadena de radio CBS.

Porque todo empezó un año antes, cuando el Mercury Theatre, fundado por Orson Welles y John Houseman, cambió los escenarios por la radio.

Durante 1938, habían llevado a cabo un total de 22 representaciones, la mayoría adaptaciones de grandes clásicos literarios (La isla del tesoro, El conde de Montecristo...). Todas con una duración aproximada de 60 minutos, sin cortes publicitarios.

La crítica las había apoyado, pero no así la audiencia. Con un 3% de audiencia, las representaciones estaban condenadas a desaparecer. O encontraban un patrocinador o subían la audiencia. Fue entonces cuando a Welles se le ocurrió que el realismo ficticio podía ser su mejor arma.

Señoras y señores, esto es lo más terrible que yo he visto en mi vida. ¡Un momento! Alguien se desliza hacia afuera por el hueco de la cabecera del objeto. Alguien o... algo. Me parece apreciar que una cosa intenta asomarse fuera de ese negro agujero, aparecen, ahora, dos discos luminosos, creo que nos miran... ¿Serán ojos? ¡Pudieran ser de una cara. Pudiera ser de...!

CONTROL: Gritos de horror procedentes de la multitud y que continúan de fondo. Pitos y sirenas de policía.

¡Dios santo! Algo se arrastra como serpenteando fuera de la sombra, parece una serpiente grisácea. Ahora otra más, y otra y otra. No, realmente son tentáculos, ahora lo veo mejor. Es una criatura grande, mayor que un oso y su cuerpo es muy brillante. Pero ¡esa cabeza...! Es... es algo indescriptible. Apenas puedo aguantar sin salir corriendo. Los ojos de este extraño ser son negros y brillan como los de una culebra. La boca tiene forma de V por la que cuelga repugnante saliva. Este monstruo tiene dificultad para moverse y parece que su enorme peso lo aplasta... o tal vez sea la fuerza de nuestra gravedad.
Atención, ahora el bicho se está levantando... La gente se echa hacia atrás. Ésta es la más increíble experiencia que... apenas puedo encontrar palabras... al mismo tiempo que les hablo, me estoy moviendo, tirando del largo cable de mi micrófono de mano. Disculpen, hay que hacer un alto en la conexión, porque la policía nos está apartando. Voy a una posición más segura, ¡ Por favor, mantengan la sintonía. Atención compañeros, os pido paso enseguida...

Tras días y días se ensayos, la noche escogida fue la víspera de Halloween. Una noche en la que los miles de oyentes que sintonizaron la CBS lo hicieron tarde y mal, porque el programa líder de audiencia de otra emisora no estaba resultando lo suficientemente interesante. Sin embargo, su propio pánico tampoco les permitió escuchar el segundo recordatorio 40 minutos después. Como hemos dicho, todo parecía demasiado real.

Señoras y señores, en este momento nos llega un mensaje a través de una llamada telefónica desde Grovers Mill. Aguarden un momento. (2 segundos de silencio) Sí... me dicen que... unas cuarenta personas entre ellas varios soldados, yacen muertos en un campo... al este del pueblo de Grovers Mill. Los cadáveres están totalmente calcinados e irreconocibles...
Atención, me comunican que tenemos una importante conexión con... sí... les ofrecemos a continuación las palabras del General de Brigada Montgomery Smith, comandante militar de Trenton, Nueva Jersey.

CONTROL: voz filtrada, sonido telefónico.

GENERAL SMITH: ( en tono plano y frío ) He recibido indicaciones del gobernador de Nueva Jersey para poner en estado de guerra los condados de Mercer y Middlesex, así como todas las poblaciones desde Princeton a Jamesburg. Nadie podrá entrar dentro de los limites de este área, si no dispone de pase especial expedido por las autoridades estatales o militares.
Varias unidades militares se dirigen desde Trenton a Grovers Mill para ayudar a la evacuación de la población que se encuentre afectada por estas operaciones militares. Gracias.

Por eso, familias enteras, sobre todo de New Jersey, cogieron sus bártulos y abandonaron sus hogares, colapsando las carreteras y buscando refugio en el campo. No sólo eso, se registraron también cientos y cientos de llamadas a la policía e incluso hubo que movilizar a algunas unidades del ejército.

El miedo corría paralelo a los boletines ficticios de la radio y a la llegada de los supuestos marcianos al propio Nueva York. 

Incluso había quien se acercaba a las comisarias de policía con toallas húmedas en la cara para protegerse del también supuesto gas venenoso.

¿Cómo era posible que la gente no se diera cuenta de que era un simple programa de ficción? Nos preguntamos ahora.

SECRETARIO ESTADO. (Tono de discurso político muy retórico que imita la voz de Roosevelt) Ciudadanos de esta nación. No tratarñe de ocultar la gravedad de la situación por la que atraviesa este país, ni la constante preocupación del Gobierno por proteger las vidas y propiedades de la población. Sin embargo, deseo inculcar en vosotros ciudadanos de a pie y funcionarios públicos, a todos en general, la urgente necesidad de conservar la calma y de contribuir a ella con vuestros recursos. Afortunadamente, este peligroso enemigo se encuentra todavía dentro de un área relativamente reducida y podemos tener la firme confianza de que nuestras fuerzas militares tendrán la potencia suficiente para proseguir todos y cada uno de nosotros en el cumplimiento de nuestros deberes, de modo que podamos ofrecer a este adversario destructor, el frente sólido de una nación unida, valiente, y dedicada a la preservación de la supremacía humana sobre la Tierra... Gracias.

Según un equipo de la Universidad de Princeton, dirigido por Hadley Cantril, casi 2 millones de estadounidenses creyeron la invasión marciana. 

No obstante, a finales de los 90, el sociólogo Robert E. Bartholomew, de la Universidad James Cook, concluyó que tampoco fue para tanto y que se escogió a los testimonios más exagerados, qué sí, que muchos radioyentes llamaron a la policía, pero sólo para preguntar si lo que estaban escuchando era real.

Fuera como fuera, al día siguiente, la emisión y sus consecuencias fueron portada de todos los periódicos, comenzando por el prestigioso The New York Times.

Y ELLOS SIN ENTERARSE

CONTROL: ráfaga musical conclusiva 15 segundos aprox

ORSON WELLES: Señoras y señores, les habla Orson Welles fuera, ya, del personaje que he estado interpretando. Les tengo que asegurar que La Guerra de los Mundos no ha tenido más intención que la de celebrar una simple fiesta. En su versión para la radio, el Teatro Mercurio también se disfrazó con una sábana y saltó desde los arbustos para asustar, diciendo... Huuu. Si empezáramos de nuevo, hubiéramos tardado todo un día en llenar de jabón sus ventanas o arrancar las puertas de sus jardines...
Por tanto, preferimos, mejor, hacer otra cosa. Hemos aniquilado al mundo ante sus propios oídos y destruido totalmente la CBS. Espero que se sientan aliviados al saber que, realmente, no iba en serio y que ambas instituciones siguen abiertas para sus negocios. Así que, adiós a todos y, por favor, recuerden, al menos hasta mañana, la terrorífica lección que aprendieron esta noche. El invasor con cabeza de globo brillante y sonriente, que se encuentra en el salón de sus casas, no es otra cosa que un habitante con una calabaza hueca, y si acaso el timbre de la puerta suena y al abrir no ven a nadie , no será un marciano, sino... Halloween.

CONTROL: entra SINTONÍA de salida ( versión larga de 41 seg) está en Primer Plano 4 segundos y pasa a Fondo.

LOCUTOR 1: Esta noche la Columbia Broadcastig System y sus emisoras asociadas de costa a costa, les han ofrecido... “La Guerra de los Mundos”, de H G Wells. Número 17 de los radiodramas que, semanalmente, representan Orson Welles y el Teatro Mercurio del Aire.
La próxima semana les ofreceremos una dramatización de tres famosas cortas obras.
Aquí la Columbia Broadcasting System.

CONTROL: sube SINTONÍA a PP hasta su final

(Tiempo total::: 58’:15”)
FIN

Porque Welles y su equipo no fueron conscientes de la repercusión obtenida hasta la mañana siguiente cuando leyeron los titulares de prensa:

Orson Welles causa pánico”, “Oyentes de radio dominados por el pánico: muchos huyeron de sus hogares por la invasión de gas proveniente de Marte” , “El ataque desde Marte en una obra radiofónica sumió a miles en el pánico”.

Y tuvieron que hacer frente a las numerosas críticas que los tachaban de irresponsables. No sólo eso, decenas de personas denunciaron a la CBS, aunque todas las demandas fueron desestimadas. Las propias autoridades americanas también hicieron patente su malestar, pero la CBS no había vulnerado ninguna ley.

A pesar de eso, la policía visitó la emisora y se incautó de todo el material utilizado en la emisión. Todo menos una copia del guión que el guionista Howard Koch se llevó a casa. 50 años más tarde lo compraría el director Steven Spielberg, que dirigió su propia adaptación cinematográfica.


Lo mejor es que el objetivo se había cumplido. Lejos de dejar de emitir el programa del Mercury Theatre, la CBS se felicitó por haber contratado al mejor actor de América. La audiencia subió como la espuma y se encontró patrocinador.

Se había demostrado el poder de la radio y de lo que suponía llevar a cabo una narración de forma original, creativa y diferente.

¿POR QUÉ TRIUNFÓ LA EMISIÓN?

Es decir, de nuevo la pregunta: ¿Por qué tantas personas se lo creyeron?

Se ha estudiado y se seguirá estudiando, por el efecto que los medios de comunicación de masas pueden tener sobre la población.
Como hemos dicho antes, mucho tuvo que ver que el público potencial cambiará de emisora cuando el programa de más audiencia del país, de la cadena de radio rival, el Show de Charlie McCarthy, hizo una pausa publicitaria. Para entonces, los boletines ficticios de la CBS ya estaban en plena acción.

La propia población reaccionó con demasiada rapidez a la supuesta invasión y a su propio pánico, pocos llegaron a la explicación final de Welles.

La cercanía de la historia, ambientada en New Jersey, en EE.UU, contribuyó a dar sensación de credibilidad, al igual que utilizar los propios boletines de noticias para contar la historia.

Pero sin duda, hay que tener en cuenta que en 1938, la televisión no había llegado a la mayoría de los hogares y que la radio era el medio de comunicación más consumido. Dos años antes, se habían vendido 8 millones de aparatos. 3 de cada 4 familias tenían una radio en casa.

A lo que sumar que, por aquella época, la población era todavía muy inocente a la hora de asimilar la forma de determinados mensajes destinados a captar su atención.

¿Podría pasar ahora?

Quién sabe, con esto de las redes sociales, incluso la histeria podría ser mayor.

Sin ir más lejos, hace unos años, con motivo del estreno de la película Independence Day, su publicidad televisiva asustó a más de uno y alguna que otra cadena de televisión en nuestro país recibió las llamadas de gente que se había creído que nos invadían los marcianos.

Sea como fuera, el pasado miércoles se cumplieron 75 años de la retransmisión que cambiaría la historia de la radio, que demostraría el inmenso poder que pueden tener los medios de comunicación de masas y que dio a conocer a un joven Orson Welles, que dos años más tarde filmaría la que es considerada la mejor película de la historia del cine: Ciudadano Kane, demostrando que lo que había hecho en la CBS era sólo un pequeño atisbo de su inmenso genio creador.


*Academia de las Artes y las ciencias Radiofónicas de España. Traducción del guión original realizada por Jorge Álvarez. 


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