![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7k1T_H8nX2wEJDM3FP2iojG5oy-qH3KsDEWqPXi0BPTAmUpiRtjxsbxSQ21ZAGsNN_rRoYYGCjFYZ7AhAQnUwVhLFR98uSn3ifT_mCjX3idmjZbHHGENE1AlBbgT780ZXGN_kCo5nehOa/s1600/images.jpg)
El
Tribunal Superior de Estrasburgo ha anulado la Doctrina Parot por
considerar que atentaba contra los derechos humanos.
Sentencia que
estamos obligados a acatar, nos guste más o menos. Tal y como,
comentaba ayer el ex presidente del gobierno José Luís Rodríguez
Zapatero.
Hoy,
la etarra que llevó el caso al tribunal europeo, Inés del Río,
salía en libertad. Más que eso, recibirá una indemnización
comparable a los efectos que dicha doctrina ha tenido en su caso.
La
reducción de condena no era aplicable al tiempo máximo de condena
real, unos 40 años, sino al computo global que sumaban sus delitos.
Tropecientos mil años. Un absurdo legal, porque nadie vive tanto
tiempo.
En
realidad, no voy a hablar o reflexionar sobre lo que se sabe ya, sino
de la justicia en general. Porque la Doctrina Parrot no sólo tenía
que ver con etarras, sino también con asesinos, violadores y demás
fauna varia. Es decir, con casos dramáticos, como el de las niñas
de Alcàsser. Probablemente, Miquel Ricart salga también en
libertad.
Y
es que ¿cuánto vale la vida de una persona? ¿Se puede medir?
¿Existe justicia para los que han perdido a un ser querido?
La
justicia... ¿Funciona la justicia en este país? ¿Es igual para
todos? Porque ahí tenemos al señor Iñaki Urdangarín, ahí tenemos
al señor Bárcenas. Todos sabemos que no pagarán por lo que han
hecho, que se librarán, tal y como me decía la camarera del bar en
el que siempre me tomo el café. Malo saberlo con tanta certeza.
¿Le
sucedería lo mismo a un ciudadano de a pie que cometiera los mismos
delitos?
La
respuesta la sabemos todo. NO. Es triste, pero la justicia en este
país no es igual para todos. Digan lo que digan nuestros
representantes políticos.
Justicia.
Busco en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y
me encuentro con esto.
Justicia.
(Del lat. iustitĭa).
1. f. Una
de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo
que le corresponde o pertenece.
7. f. Rel. Atributo
de Dios por el cual ordena todas las cosas en número, peso o medida.
Ordinariamente se entiende por la divina disposición con que castiga
o premia, según merece cada uno.
1. f. La
que regula la igualdad o proporción que debe haber entre las cosas,
cuando se dan o cambian unas por otras.
1. m. Magistrado
supremo de aquel reino, que con el consejo de cinco lugartenientes
togados hacía justicia entre el rey y los vasallos,
y entre los eclesiásticos y seculares. Dictaba en nombre del rey sus
provisiones e inhibiciones, cuidaba de que se observasen los fueros,
conocía de los agravios hechos por los jueces y otras autoridades, y
fallaba los recursos de fuerza.
1. m. Dignidad,
de las primeras del reino, que gozaba de grandes preeminencias y
facultades, y a la cual se comunicaba toda la autoridad real para
averiguar los delitos y castigar a los delincuentes. Desde el
siglo XIV se hizo esta dignidad
hereditaria en la casa de los duques de Béjar.
1. f. coloq. U. para
dar a entender que ciertos jueces u otros funcionarios no suelen
perseverar en el excesivo rigor que ostentan cuando principian a
ejercer sus cargos.
1. loc.
verb. Der. Aplicar las leyes en los juicios civiles o
criminales, y hacer cumplir las sentencias.
1. loc.
verb. Obrar en razón con él o tratarle según su mérito, sin
atender a otro motivo, especialmente cuando hay competencia y
disputa.
2. loc.
interj. U. para dar a entender que algo es injusto, como
pidiendo a Dios que castigue por ello.
1. loc.
verb. Der. Ser examinados por un juez o tribunal los
descargos o excusas del funcionario a quien se impuso alguna
corrección.
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De
hecho, hoy también se ha conocido que la fiscalía de Valencia
pedirá la anulación del ERE que ha afectado a más de 1.000
trabajadores de RTVV-NOU. Muchos de ellos, antiguos compañeros de
quien escribe estas líneas. Me alegro por ellos, pero en mi fuero
interno me pregunto en qué quedará esta “rebelión” de la
fiscalía. ¿Conseguirán volver a sus puestos de trabajo? ¿Pagarán los que despilfarraron los recursos del ente público?
En
mi búsqueda sobre lo que es o debería ser justicia, me pierdo
también en lo que podemos encontrar en la wikipedia. Más
reflexiones basadas en el pasado y en lo que debería ser presente.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhT5OlzIctQ9i25kQn80fl-NQASfusCZFbejCMV-jFLqH0XfLSF06JaKRXsFGZU3xcj3s1XzIcN0q2Zq88Hx5ahhtjNAKHA5-64h0BEe_IPopFHBusYFG8zZZDG-Ad-MuB8KVd4gDJyrvrI/s1600/justicia2.jpg)
Porque a
la hora de la verdad la justicia no deja de ser un conjunto de reglas
o normas que establecen un marco para las relaciones sociales, entre
organismos o instituciones y particulares. Permiten, autorizan,
prohiben.
Preguntas
lanzadas al aire: ¿Qué justicia pedimos como sociedad? ¿A qué
justicia tenemos derecho? ¿Sabemos diferenciar el bien del mal?
Lo
cierto es que los romanos intentaron sentar sus bases. No por ello,
el derecho romano todavía se estudia en las facultades de derecho.
Iustitia
ets constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi.
Traducido
para los que no sepan latín: La justicia es la constante y perpetua
voluntad de conceder a cada uno su derecho.
¿Y
cuáles son los derechos?
Siguiendo
con el latín...
Honeste
vivere alterum non laedere et suum quique tribuere.
Vive
honestamente, no hagas daño a nadie y da a cada uno lo suyo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgddQFDkgd9GmGJTALEpHMdFmdtMUJJGRfgsRP6xH58B_xJbdWtTQ4hGv1oXXWYnLTfefkP9GPbkcV20W6IWxs9STyLtBsVpMUZzA-1eDntY9-BavuG2HfNG5dTJGyz4beMUpuAucBn4Gd3/s1600/images+(2).jpg)
De nuevo, el bien y el mal, aunque su línea a veces sea muy difusa y no apta para todos. Ni siquiera para muchos casos que no salen a la luz. Injusticias hay para todos los gustos y no siempre conseguimos justicia. No siempre podemos hablar para defendernos, para defender lo que creemos justo.
Pero
las preguntas continúan, giran como la rueda en la que se mueve el
hamster: ¿Qué es justicia? ¿Qué necesitan las personas y las
sociedades?
Porque
una cosa es la justicia legal y otra la humana, la poética, la
divina, ésta última asociada a ideas como fe o la divina
providencia, en las que muchas personas siguen creyendo.
Un
estudio de la Universidad de Los Angeles (UCLA) indicó que las propias
reacciones a la justicia están asociadas con el cerebro. Investigaciones sobre las que se apoyó otro estudio de la Universidad de Georgia, en el que se indicó que las ideas sobre la
igualdad y la justicia puede que sean puro instinto natural.
Porque
según la visión iusnaturalista todo derecho debe ser justo, de lo contrario no
es derecho.
Si lo sabía el filósofo Platón, para el que la justicia debía ser pura armonía social. También fue más allá. Los propios gobernantes debían dar ejemplo
y ser los individuos más justos y sabios.
No
podemos evitar sonreír. ¿Lo son realmente o buscan saltarse a la
torera a la propia justicia?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCYhUsLf2Z5_W_AUkbIU0rCvzl090_cSisVrGzTRODkVeWY5v_PKRImfgxbHn2zJc6k-wwiYxhLDdf_bwLeAPf0QWXcJkxdgQL345Lb4eN9dh4UKsPwavbgZ5pdEi1OU2Ha0u_omKmkwUU/s1600/descarga+(2).jpg)
(Del lat. iniustitĭa).
Corren malos tiempos para la justicia, para los justos, que tienen que ver como “los malos” ganan apoyándose en lo que debería proteger a "los buenos".
Puede que nos hayamos perdido sin remedio en la práctica y nos hayamos olvidado de la teoría. Puede que la justicia sea sólo cosa del cine, de los finales felices. Eso de que, al final, el héroe o la heroína pueden con las injusticias que han padecido.
También es posible que no pueda haber justicia de verdad sin el arrepentimiento. ¿Se
arrepiente Inés del Río de las personas a las que quitó la vida?
¿Se arrepiente Miquel Ricart?
Ayer
fue un día triste para todos aquéllos que perdieron a seres
queridos por medio de la sinrazón o la barbarie. Para ellos, no hay
justicia, diga lo que diga el Tribunal de Estrasburgo. No cuesta imaginar que lo desamparados que se sienten.
No obstante, ahí está una de las máximas de Gandhi:
Ojo
por ojo y el mundo se quedará ciego.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIK5rFELm3mVC1B8EYd4veOLCCDhcGC22mYic0Bj_YmVynUOX9VO9F2IIDgRY7j10u9S4VdWFqrsXL8WE9Wl7Nm77z00tEqC6pKpSRV0ND45lruVeFOMCd9Dk88NtTa70A-_wJe5TvremV/s1600/justicia.jpg)
Lo
que me lleva al cine, a mi superhéroe favorito, Batman, a una frase
de peli que viene a decir que la venganza es satisfacción personal,
mientras que la justicia es equilibrio.
Hoy más que nunca, necesitamos equilibrio.
Volviendo
al tema que arrancó esta entrada... ¿Cuántos años tienen que
pasar para que se compense el dolor que provoca que se le quite la
vida a una persona?
No
queremos ser moralistas, pero si hablamos de derechos humanos
deberíamos plantearnos esta reflexión: ¿De qué sirve condenar
sobre el papel a 1.000 años cuando en realidad, y según nuestro
organismo jurídico, sólo se cumplirán efectivamente 30 y ni
siquiera los 30?
¿Qué
pensaríamos si se tratase de uno de los nuestros?
Está el perdón, porque sin dejar a Gandhi...
Perdonar es el valor de los valientes.
Pero hay que tener claro que sin justicia ese perdón para
seguir adelante puede quedarse en nada, peor incluso, puede quedarse en el rencor. Además, sin una justicia efectiva lo que podemos encontrarnos es el valor de la impunidad.
¿Qué valores queremos trasmitirles a los más pequeños? ¿La impunidad o la justicia?
Que cada cual conteste a la pregunta, porque esta entrada no deja de ser una pura reflexión o conjunto de reflexiones.
Porque también nosotros hemos sufrido injusticias y no hay consuelo, no lo hay, sin justicia, sea humana, poética o divina.
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